El código de ética de la dirección adjunta de de desarrollo
científico y cultural tiene como base 10
valores esenciales que a su vez lo definen:
1.
Libertad
La libertad es un valor que se adquiere mediante el
conocimiento y aprendizaje oportuno y profundo, así todo alumno debe aprender,
luego debe volverse autodidacta para encontrar la libertad y poder decidir de
manera objetiva.
2.
Entorno Cultural y Ecológico
Al realizar sus actividades, el investigador debe evitar la
afectación de nuestro patrimonio cultural y del ecosistema donde vivimos,
asumiendo una férrea voluntad de respeto, defensa y preservación de la cultura
y del medio ambiente de nuestro país, que se refleje en sus decisiones y actos.
Nuestra cultura y el
entorno ambiental son nuestro principal legado para las generaciones futuras,
por lo que los investigadores y docentes también tienen la responsabilidad de
promover la sociedad su protección y conservación.
3.
Rendición de Cuentas
Para el investigador rendir cuentas significa asumir
plenamente ante la sociedad, la responsabilidad de desempeñar sus funciones en
forma adecuada y sujetarse a la evaluación de la propia sociedad.
Ello lo obliga a realizar sus funciones con eficacia y
calidad, así como a contar permanentemente con la disposición para desarrollar
procesos de mejora continua, de modernización y de optimización de recursos
institucionales.
4.
Igualdad
Todos los alumnos deben recibir la misma educación y tener
las mismas oportunidades mediante la generación de conocimientos, sin importar
su sexo, edad, raza, credo, religión o preferencia política.
Los proyectos y convenios deben abarcar a todos sin permitir
que factores ajenos influyan en la selección de los sujetos de apoyo.
5.
Transparencia
El investigador debe permitir y garantizar el acceso a la
información institucional, sin más límite que el que imponga el interés público
y los derechos de privacidad de los particulares establecidos por la ley.
La transparencia en
el investigador también implica que el investigador haga un uso responsable y
claro de los recursos públicos, eliminando cualquier discrecionalidad indebida
en su aplicación.
6.
Respeto
Todo docente e investigador debe dar a los alumnos un trato
digno, cortés, cordial y tolerante.
Está obligado a reconocer y considerar en todo momento los
derechos, libertades y cualidades inherentes a la condición humana.
7.
Generosidad
El investigador debe
conducirse con una actitud sensible y solidaria, de respeto y apoyo hacia la
sociedad y los docentes con quienes interactúa. Esta conducta debe ofrecerse
con especial atención hacia los alumnos o grupos sociales que carecen de los
elementos suficientes para alcanzar su desarrollo integral, como los adultos en
plenitud, los niños, las personas con capacidades especiales, los miembros de
nuestras etnias y quienes menos tienen.
8.
Liderazgo
El investigador debe convertirse en un decidido promotor de
valores y principios en la sociedad, partiendo de su ejemplo personal al
aplicar cabalmente en el desempeño de su función este Código de Ética y el
Código de Conducta del TEBAM.
El liderazgo también debe asumirlo todo docente dentro del
centro educativo en que se desempeñe, fomentando aquellas conductas que
promuevan una cultura ética y de calidad en el servicio educativo. El docente
del TEBAM tiene una responsabilidad especial, ya que a través de su actitud,
actuación y desempeño se construye la confianza de los alumnos en sus asesores.
9.
Integridad
El investigador debe actuar con honestidad, atendiendo
siempre a la verdad.
Conduciéndose de esta manera, el investigador fomentará la
credibilidad de la sociedad en el TEBAM y contribuirá a generar una cultura de
confianza y de apego a la verdad.
10.
Imparcialidad
El investigador actuará sin conceder preferencias o
privilegios indebidos a organización o persona alguna. Su compromiso es tomar
decisiones y ejercer sus funciones de manera objetiva, sin prejuicios personales
y sin permitir la influencia indebida de otras personas.
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